
La dislexia es una dificultad de aprendizaje específica de origen neurobiológico que se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluido de las palabras y por habilidades deficientes para el deletreo y la descodificación.
En algunos casos se puede pensar que la lentitud en la adquisición del lenguaje oral es algo normal, reforzando la creencia de que algunos niños son más “perezosos” o no han sido suficientemente estimulados por sus padres para desarrollar esta habilidad. Gracias a las investigaciones, sabemos que el desarrollo humano sigue algunas etapas bien definidas que marcan el desenvolvimiento normal de la persona, siendo la adquisición del lenguaje un elemento importante de este proceso.
El Trastorno del Desarrollo del Lenguaje, como cualquier otro trastorno de neurodesarrollo, tiene su complejidad. Se trata de una dificultad de aprendizaje del lenguaje oral que puede variar en función de la vertiente afectada, pues los niños pueden tener limitaciones para producir el lenguaje, para elaborarlo y comprenderlo o para su uso en cada situación.
Estas dificultades puede afectar considerablemente el desempeño cotidiano del niño, pero también puede influir de manera negativa a nivel emocional. El lenguaje es un instrumento importante para comunicar y para expresar nuestras necesidades y su retraso puede generar frustración tanto en el niño como también en los padres.
Cuando la adquisición del lenguaje no se da en el periodo correspondiente y esta ausencia se prolonga bastante tiempo, es importante que los padres pidan ayuda a un especialista y busquen las maneras adecuadas para apoyar a sus hijos.
La detección es uno de los pasos fundamentales para ayudar a los niños que presentan un retraso en el desarrollo del lenguaje. Es un proceso importante que se puede llevar a cabo también por los padres si conocen los criterios que enmarcan este trastorno.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), también conocido como el DSM-V, los criterios que se han de cumplir para que se dé esta dificultad específica del lenguaje son:
• dificultades persistentes para adquirir y usar el lenguaje debido a un vocabulario escaso.
• capacidad limitada para tener una conversación o formar frases correctas.
• lenguaje por debajo de lo esperado para su edad.
• síntomas presentes desde el inicio del periodo de desarrollo.
• dificultades no justificadas por una discapacidad intelectual u otros trastornos.
Para intervenir es muy importante saber que cada persona es diferente, tiene su propio ritmo de desarrollo y, por tanto, la intervención debe responder a las necesidades peculiares de cada uno. Es preciso intervenir cuanto antes en el componente retrasado o alterado, teniendo presentes los signos de alarma, las pautas de actuación y los materiales útiles para este proceso.
Existen cuatro áreas susceptibles de intervención cuando hablamos del TDL: la fonológica- que tiene que ver con los sonidos de la lengua y pronunciación de fonemas, la sintaxis que se refiere a la estructura de las palabras y reglas de combinación en frases, la semántica que implica el significado de las palabras y su combinación, la pragmática que representa el uso adecuado del lenguaje en cada situación.
Algunas pautas para intervenir en cada una de las áreas del lenguaje pueden ser:
• Desarrollo fonológico – a través del juego y de los apoyos visuales: imitaciones, entrenar la producción de los sonidos.
• Desarrollo morfológico-sintáctico: construir frases, conjugar verbos, elaborar hechos.
• Desarrollo semántico – ampliar el vocabulario, describir personas o cosas, ordenar por categorías.
• Desarrollo pragmático – participar en conversaciones sencillas, describir, expresar emociones, pedir aclaraciones.
Seminario (Trastorno del Desarrollo del Lenguaje), Crespo, N., 2020.
La dislexia es una dificultad de aprendizaje específica de origen neurobiológico que se caracteriza por dificultades en el reconocimiento preciso y/o fluido de las palabras y por habilidades deficientes para el deletreo y la descodificación.
La disgrafía es un trastorno de aprendizaje que se caracteriza por unas dificultades en la escritura. Se trata de un problema de origen neurobiológico que puede estar presente en el desarrollo del niño o puede ser adquirido a causa de una lesión en el cerebro.
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